miércoles, 23 de mayo de 2018

Los perros duros no bailan, de Arturo Pérez-Reverte

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Los perros duros no bailan es una vuela de tuerca a un texto que Reverte escribió hace unos cuantos años para su columna semanal y que creo, recogió también en su obra Perros e hijos de perra. Si eres lector habitual de estos artículos te sonará el que dedicó a dos perros asilvestrados que capturó la Guardia Civil después de darse un atracón de carne y sangre de oveja en una explotación ganadera.

Al autor le llamó la atención la foto o la imagen de los dos culpables y la actitud que tenían frente a la cámara, muy distinta en cada caso, pues se trababa de dos canes totalmente opuestos entre sí en el físico y en la actitud ante la situación que vivían en ese momento, a pesar de la capacidad de trabajo en equipo que habían demostrado.

Al llegar al final del cuento (novela breve) se entiende que la huella que dejaron en el autor los dos perros delincuentes le animara a escribir la historia completa con otros personajes perrunos. Así, Los perros duros no bailan es un homenaje a unos animales reales, en una obra fabulada donde los humanos son personajes secundarios y no quedamos en buen lugar.

La obra es una novela negra al fin y al cabo, de bajos fondos, buenos y malos, instintos y lealtad, con notas amargas y momentos dulces, personajes perrunos simpáticos y muchos guiños a los tópicos que vivimos cada día (perros juguetes, caprichos, robos, maltratos, etc.) que nos acercan a esos seres amigos con los que casi nunca estamos a la altura de las circunstancias.

lunes, 7 de mayo de 2018

Señor de Madrid, de Ramón Muñoz


Esta novela resulta una curiosidad por el hecho histórico que narra, como es el nombramiento de León de Armenia como Señor de Madrid en el siglo XIV. Sin embargo, su autor tampoco podía sacar mucho más de esa parte de la Historia, pues no pasa de ser una anécdota en el pasado de la ciudad castellana.

señor-de-madridSi exceptuamos las primeras páginas sobre la caída de Armenia y algunas otras breves participaciones del rey durante el libro, la novela es realmente una obra sobre el reinado de Juan I de Castilla y sobre un personaje, Martín, huérfano por la peste y adoptado por un par de eremitas desequilibrados, y Julián, un soldado de fortuna con el que hace amistad.

No es una novela para madrileños, pues lo de ese Señor de Madrid no pasa de curiosidad histórica, pero sí para aficionados a la novela histórica medieval, pues transcurre en un momento crucial para los reinos cristianos de la península ibérica.

La obra es correcta en su documentación y ejecución y resulta entretenida, pero no ilustra la vida de León de Armenia, que pasó casi toda su vida en Francia y, posiblemente, nunca viajó a Madrid y sólo aporta la anécdota del título. Quizás sin ella la obra tuviera menos atractivo para los lectores. Sin embargo, como la Historia da para lo que da, la novela se llena con otros sucesos ajenos a los del título.

Si te interesa conocer cómo y porqué León de Armenia fue Señor de Madrid no te hace falta leer este libro, pero sí podrás leer una novela histórica entretenida sobre la vida de los españoles de a pie en el siglo XIV y sobre el reinado de Juan I de Castilla.