viernes, 22 de abril de 2016

El cártel, de Don Winslow

el-cartelAdán Barrera, el narcotraficante mexicano, vuelve a la carga en la continuación del exitoso El poder del perro, tras salir de la cárcel estadounidense en la que estaba recluido. El estadounidense Art Keller, quien le metió entre rejas, se ve obligado a salir de su escondite tras conocerse que su cabeza vale dos millones de dólares, y retoma una guerra que para los dos es ya algo personal.

Sin embargo, el negocio de la droga en México ha cambiado. Ahora, los narcos se han creado sus propios ejércitos profesionales reclutando a los mejores policías y militares de entre los cuerpos de élite. Y la guerra por el control del cártel cambia, sobre todo cuando un grupo de estos ex militares -los zetas- se hace con el control de parte del negocio, decide dar una vuelta de tuerca a la situación y se decanta por sembrar el terror entre todos sus enemigos.

Si en El poder el perro, la violencia salpicaba sus páginas, en El cártel ya es una crueldad extrema rallana con el sadismo más salvaje la que refleja la nueva realidad que sufre el pueblo mexicano. Los narcos quieren el control de los policías, los políticos y hasta de los periodistas y no aceptan la imparcialidad. O estás con ellos, o contra ellos y la espiral de muerte gira a una velocidad exponencial.

La novela es trepidante, pero muy violenta, mucho más que la anterior y, lo que resulta más impactante es el hecho de que muchos de los sucesos que se cuentan están basados en eventos reales. Todos esos ejemplos de violencia extrema son reales y sólo suponen una pequeña dosis de realidad en una historia novelada. Ha habido claramente un gran trabajo de Don Winslow en la parte documental.  

La redacción es muy ágil y se centra en los hechos, que son ya de por sí lo bastante impactantes, con lo que la sensación al leer es la de estar viendo una película realista y violenta, no apta para todos los estómagos.

En general, es una novela larga y extensa, pero adictiva y tremendamente entretenida muy indicada para lectores de novela negra que no tengan problemas de digestión.