jueves, 19 de enero de 2017

El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón

El cementerio de los libros olvidados es un lugar literario que todos los amantes de la lectura deberíamos visitar alguna vez en la vida. Yo, tras leer El laberinto de los espíritus, lo he visitado cuatro veces, aunque no me importaría volver por allí alguna otra vez. Tal vez lo haga.

el-laberinto-de-los-espiritusSi no has leído esta saga sobre la Barcelona de la posguerra aún estás a tiempo de hacerlo. Pero no lo hagas por El laberinto de los espíritus, que te perderás muchas cosas que valen la pena.

En la última entrega vivimos una novela negra parecida a la que tuvimos en la entrega anterior, El prisionero del cielo, menos espiritual y surrealista que en las dos primeras entregas.

De nuevo recuperamos al querido Fermín, con unas páginas sobre su llegada a Barcelona que son de apreciar por el cariño que le tenemos al personaje, que sigue acumulando peso en la saga, y ganamos dos nuevos roles: el de Julián Sempere y el de Alicia Gris, que tiene mucho que ver con el señor Romero de Torres.

Descubriremos un poco más de la familia Sempere y sus misterios, y conoceremos más víctimas y más verdugos de la política y sus tejemanejes durante y, sobre todo, después de la guerra civil a través de personajes como Mauricio Valls, Leandro o Hendaya.

Recomiendo terminar la saga porque merece la pena conocer el final de la historia y disfrutar de un buen libro como es éste. Si no la has empezado, no lo dejes, porque te alegrarás de pasear por esa Barcelona antigua y gris que nos descubre Zafón a lo largo de estos cuatro libros.