miércoles, 25 de julio de 2018

Reino de fieras, de Gin Phillips

reino-de-fieras
Toda la historia transcurre en un zoológico de Estados Unidos durante unas pocas horas, por lo que el ritmo narrativo es alto a pesar de las interrupciones en la acción que la autora utiliza para darnos a conocer lo que pasa por la cabeza del personaje principal, Joan.

La obra me ha parecido muy original y me ha entretenido, pero me perdía dentro del zoo con las indicaciones que iba dando la autora, y no terminaba de saber dónde estaban Joan y su hijo Lincoln en cada momento. Supongo que, como he dicho muchas veces, un mapa no habría estado de más.

En las escenas de poca luz del final de la novela, cuando la acción se estrecha y el desenlace se aproxima te vuelves a perder. Las descripciones resultan vagas y cuesta ponerse en la piel de los personajes.

Por último, a mi entender, el final es un tanto previsible y a la obra le falta gas en las últimas páginas. La idea que da pie a la novela es original, pero en su totalidad, Reino de fieras, carece de garra.  

Es una obra a la que se le podía haber sacado más partido, aunque desarrolle muy bien la relación maternofilial. De hecho, hace mucho hincapié en la parte de la madre coraje que defiende a su cría, rehúsa salvar a otras crías y huye de una manada que no la conviene o interesa. Digamos que la gracia del libro es que la fiera era ella.