viernes, 11 de octubre de 2019

Sidi, de Arturo Pérez-Reverte

sidiSidi se me ha hecho corta. En esta novela histórica sobre una parte de la vida del Cid Campeador conocemos cómo llegan Tizona y Babieca a su vida y sus trabajos como mercenario para el rey de Zaragoza. Vivimos un par de batallas y sus intentos de trabajar para otros nobles de la época. Sin embargo, lo más interesante que hace Reverte es acercarnos al Sidi en traje de faena, lo que supone entender el día a día de una persona que sobrevive en la frontera como soldado de fortuna. Y es que ese fue el Cid Campeador más allá de los cantares de los juglares.

En Sidi conocemos a un Cid más humano, con sus miserias, y entendemos cómo se gana con trabajo, sudor y sangre su fama en un mundo que no es de nadie y en el que sólo la necesidad empuja a las personas a vivir, como era la frontera o fronteras, pues no había una sola entre cristianos y musulmanes, sino entre todos los distintos reinos.

Aparte de la lección histórica, Reverte saca partido de un tipo de personaje que le encanta (Sidi, Falcó, Alatriste...) y de una situación en la que se mueve como pez en el agua, como es la guerra (El Húsar, Cabo Trafalgar, El Asedio...). Sidi se te va a hacer corta, ya lo verás. Es una gran novela.

Sin embargo, quiero ponerle un 'pero' a la novela. Todos los que hemos visto la Tizona nos hemos extrañado de lo mismo, de su tamaño. Así, echo en falta una referencia a las medidas reales de aquellos bravos guerreros. No tanto por quitarles mérito como por ayudar a entender que los caballos de batalla, aunque grandes, tampoco eran elefantes, pues los guerreros de entonces hoy serían soldados... pequeños.