Dautremer y Lacombe: Cuando la ilustración es todo un arte

Permitirme que hoy no hagamos una reseña de un libro en concreto. Voy a dedicarle un post a una pequeña debilidad que tengo. Son los libros infantiles-juveniles de dos grandes ilustradores: Rebecca Dautremer y Benjamin Lacombe. Para mi son espectaculares, si bien, son ediciones tan cuidadas y con tan buen gusto que no sólo son ideales para los niños a partir de 10 años, sino también para los adultos.

Rebecca Dautremer, ilustradora francesa no sólo hace adaptaciones especiales de algunos clásicos sino también tiene algunos cuentos escritos e ilustrados por ella. No podría elegir un único título. Está "Cyrano", "Enamorados", "Princesas olvidadas o desconocidas", "Babayaga", "Alicia en el País de las Maravillas", "Elvis", ... No se me puede olvidar "El pequeño teatro de Rebecca" que te deja sin palabras. Esta Navidad ha salido a la venta una de mis obras preferidas "Seda" de Baricco (de lectura obligatoria) ilustrada por ella. El resultado no defrauda a nadie.

Aquí os muestro algunas de las portadas de los libros que a mi más me han gustado:

Y si me gusta Rebecca no puedo decir menos del gran Benjamin Lacombe. También es un ilustrador francés de literatura infantil y con algunos títulos de adultos. Para los niños, entre los que más me gustan están "Los amantes mariposas", "Blancanieves", "Ondina", "El herbario de las hadas". Y para los adultos, los "Cuentos macabros" y "Nuestra Señora de París" (en dos volúmenes).

Cada vez que abres uno de sus libros te encuentras con ilustraciones mágicas, que te llenan los ojos, con unos colores vivos e intensos. Son libros ideales para regalar; y no sólo eso, sino que hacen que los niños -desde muy pequeños- amen la literatura. Sus dibujos son verdaderas obras de arte.

Aquí os dejo las páginas web oficiales de ambos por si queréis profundizar en sus trabajos:

www.rebeccadautremer.com
www.benjaminlacombe.com

Astérix y los pictos, de Ferri y Conrad

La entrega número 35 de la colección de los irreductibles galos es un soplo de aire fresco. El nuevo dibujante, Didier Conrad, no ha cambiado ni un pelo en los personajes antiguos y mantiene la línea original de Uderzo en los nuevos. Donde más cambios se ha notado es el el guión, elaborado por Jean-Yves Ferri, y que devuelve a la saga la frescura que había perdido en las últimas entregas. Astérix y los pictos no desentona con ninguna de las obras clásicas que editaron A. Uderzo y R. Goscinny e invita a pensar en la continuidad de las aventuras de los guerreros galos más famosos de la historia. Un gran ejemplo de cómo ha mejorado la obra es la duración de los libros, que gracias a un guión bien elaborado y consistente, vuelve a sus fueros y no te deja con la sensación de pobreza argumental de alguno de los últimos títulos.

Me ha encantado retomar mis lecturas de Astérix, Obélix y sus amigos y sólo espero que esta nueva andadura que ahora empieza tenga un recorrido tan largo como tuvo la anterior. Yo, por mi parte, estaré encantado de mimar y ampliar mi colección hasta que la pueda dejar en manos de mi hija.

Tres veces al amanecer, de Alessandro Baricco

"Tres veces al amanecer" nos lleva de vuelta a la anterior obra del autor, "Mr. Gywn", pues en ella, Baricco cita un libro completamente imaginario que habría escrito un autor angloindio. A raíz de esta obra imaginaria que él mismo Baricco se había inventado nació "Tres veces al amanecer".

El libro se divide en tres historias aparentemente distintas, pero esto no es realmente así. Todo sucede en ellas antes del amanecer y sí tienen en común sus personajes. Son dos desconocidos: uno es un hombre y otra, una mujer. Cada uno de los encuentros entre ellos es único, los destinos se cruzan en momentos distintos de su vida. En los dos primeros ves claramente la relación de las historias. Sin embargo, en la tercera ya nos encontramos al Alessandro Baricco auténtico; el que nos hace pensar, recrearnos en la narración, intentar entender el fondo o -más bien- el transfondo del libro...

"Tres veces al amanecer" es un lectura distinta, me atrevería a decir que hasta complicada. Pero como siempre digo, hay que leer a Baricco.