miércoles, 30 de diciembre de 2015

El dios del desierto, de Wilbur Smith

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En esta primera novela que he leído del autor africano me he encontrado una entretenida narración basada en las andanzas de un político, médico y militar en medio de la lucha de fuerzas entre cuatro grandes imperios: egipcio, hicso, minoico y babilonio.

'El dios del desierto' está bien documentada, pero dado que la acción transcurre por África, Europa y Asia, un mapa de la zona resultaría de gran ayuda. También eché en falta en la primera parte del libro algún tipo de ayuda gráfica para situarme en el delta del Nilo durante el golpe de mano militar contra los minoicos.

En mi opinión, es más una novela de aventuras en un contexto histórico, que una novela histórica de aventuras, pues la documentación es correcta, pero no es más relevante que la historia en sí.

Los personajes resultan creíbles aunque el principal, Taita, acapara demasiados conocimientos y habilidades para la edad que se le presupone. La parte de sus sueños y sus conversaciones con una diosa dan a entender que Taita es un medio dios del tipo Hércules, lo que justificaría sus exageradas virtudes y habilidades, pero sería más aceptable un personaje más humano y real. Las princesas y sus veleidades están muy bien plasmadas y el amor entre ellas y alguno de los militares que las acompañan resulta muy creíble, pese a las diferencias de edad en algunos casos.

He pasado un buen rato leyendo esta obra de Wilbur Smith ambientada en el antiguo Egipto y llena de viajes y acción. No es una novela histórica con detalles sobre el antiguo imperio de los faraones porque su fuerte es la aventura. Por eso es una obra muy fácil de leer, aunque quizás resulte un tanto insípida para los aficionados al mundo egipcio.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Un hombre llamado Cervantes, de Bruno Frank

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La editorial Almuzara ha editado Un hombre llamado Cervantes, de Bruno Frank, en el momento adecuado. El año que viene se cumplen los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547 – Madrid, 22 de abril de 1616). Y así como puede ser un buen año para volver a leer alguna de las obras del manco de Lepanto (todos los años lo son) puede ser un buen momento para aprender un poco más de la vida y aventuras (más bien desventuras) del autor de El Quijote.

Un hombre llamado Cervantes es una novela historica biográfica, muy bien escrita y documentada, que narra las peripecias del escritor durante su vida, desde su entrada al servicio del eclesiástico italiano, hasta su encarcelamiento en Sevilla. En ella, el autor alemán, alejado de todo partidismo nacional, refleja la realidad histórica del imperio de Felipe II con todas sus miserias, que fueron muchas, desde la perspectiva de la vida de un hombre que intentó huir de la pobreza con un trabajo digno, sin llegar a conseguirlo.

La novela es entretenida y ligera, con una parte central de la historia por todos bien conocida, y otras adyacentes quizás más desconocidas por el gran público. La narración es interesante por sí misma, pero gana interés al relatar la vida del escritor más grande de las letras hispanas. Sólo por eso, merece la pena su lectura.

El único pero, el de la portada, pues Miguel de Cervantes quedó manco de la mano izquierda, no de la derecha. Y una curiosidad, un manco de la mano diestra -por lógica- nunca llevaría la espada a la izquierda. Curiosa ilustración que parece de época, pero de alguien poco conocedor de Miguel de Cervantes Saavedra o de su realidad.

martes, 1 de diciembre de 2015

Astérix y el papiro del César, de Ferri y Conrad

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Cuando cayó en mis manos la 35ª entrega de Astérix, la primera realizada por Ferri y Conrad anunciaba que me había encontrado con un soplo de aire fresco. Con la nueva entrega me mantengo en lo dicho. La saga ha recuperado la frescura que perdió en las últimas entregas y mantiene el nivel general que tenía con sus autores iniciales.

En esta segunda realización de Ferri y Conrad se recupera a Ideafix, que no participó en Astérix y los Pictos, lo que resultaba algo imperdonable. Superada esa inaudita salvedad, creo que Astérix y el papiro del César puede caer en un error que ya cometieron antes, no tanto Goscinny, como Uderzo, cuando dedicaban demasiados guiños a la actualidad. 

Una de las grandes razones para leer a Astérix es la intemporalidad de los personajes y los hechos. Si caemos en la broma fácil de que los pájaros azules hagan 'tuit', le haremos propaganda gratuita a twitter y lograremos un chiste fácil hoy, pero con fecha de caducidad. Con este tipo de guiños hacen poco favor al personaje con el que nos criamos muchos. Dentro de un par de años, volveré a leer con placer los viejos tomos ya desgastados y dejaré de lado los nuevos porque serán historias de usar y tirar, como los chicles.