
La segunda de las bondades de El caballero del jabalí blanco es su narrativa ágil y fácil, que mejora con el paso de las páginas y sumerje al lector en la vida de un hombre que no iba para soldado y acaba siendo uno de los primeros defensores de una frontera difusa al norte de Castilla. La obra, pese a toda la documentación previa, no es pesada en cuanto al vocabulario antiguo, ni se pierde en demostrar los conocimientos del autor.
En lo que respecta a la edición, es pulcra y sin errores apenas, pero se echa en falta un mapa para ubicar mejor ciertas localidades que se citan en el libro y que hoy, de pervivir, no pasan de aldeas o pequeños pueblos. Es el único pero que le pongo a un libro que recomiendo por documentarnos en una época poco conocida de nuestra historia y conseguir hacerlo a través de una historia entretenida y bien escrita, que anima al lector a explorar un poco más de la obra de José Javier Esparza.
Se ve interesante el libro, principalmente porque tiene pinta de ser diferente. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias Pablo. A mí también me lo pareció después de leerlo. Creo que merece la pena echarle un vistazo con calma.
ResponderEliminar