Al leerla, te planteas algunas ideas sobre el origen del derecho romano y su relevancia cuando terminan las horas oscuras del feudalismo y las ciudades comienzan a ganar peso en la economía europea.
Resulta curioso que la base del actual derecho civil se encuentre en Roma y que fuera el arma de los reyes para reducir el poder de los nobles y otorgárselo a los burgos.
El Juicio del agua parte de la sinrazón de creer que Dios hace justicia en la Tierra en la forma, tiempo y lugar que algunos hombres creen. Así, muchas disputas se dirimían en la Edad Media con absurdos sacrificios humanos que podían trampearse. Sin embargo, como el Altísimo no podía equivocarse, esos juicios de Dios eran la forma de mantener a la nobleza en lo alto de la pirámide social.
Los personajes principales de la novela sufren en sus carnes una primera ordalía trampeada y a todas voces injusta que da pie a una serie de interminables venganzas. El juicio del agua es una delicia para jóvenes juristas o personas a las que guste reflexionar sobre cómo y por qué se hacían algunas cosas en esa época.
La novela es larga, pero intensa, llena de situaciones al límite para muchos de los personajes, misterio, crimen, justicia e injusticias. Merece la pena leerla con calma, pues es una historia realmente curiosa, creíble en su mayor parte y con un gran trabajo de documentación previo.
Juan Francisco Ferrándiz ha dado con la llave para escribir una gran novela histórica sobre el final del feudalismo en Europa, los reinos españoles, la llegada del Renacimiento y el resurgir del derecho romano. Absolutamente recomendable.
Aquí puedes leer las reseñas sobre obras anteriores del autor como La llama de la sabiduría y la magnífica Las horas oscuras.
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