Expatriados, de Chris Pavone

Lo más peligroso que se puede decir de un libro es que ha inspirado una película. No son pocos los pseudolectores que se aferran al cine para evitar leer un libro, como si una novela se redujese a una mera historia mejor o peor contada. Más aún cuando el libro se presta a una película de intriga, espías, buenos y malos, dinero, crimen, etc. como es el caso. Sí, la historia de Expatriados es una muy buena base para una película. Y no, no recomiendo a nadie que haga el tonto esperando su estreno.

Expatriados es una narración refrescantemente sorprendente, pues aporta originalidad en un raído género literario. A partir del anonimato que ofrece vivir como un expatriado (estadounidenses en Europa) Pavone crea un thriller ágil, al que le cuesta arrancar al principio por esos flash-backs iniciales, pero que va ganando cuerpo con el tiempo, como un buen vino, y deja un regusto agradable -incluso ganas de más- al acabar.

La recreación de la vida de los expatriados es muy buena, no en vano, el autor ha sido uno de ellos al seguir los pasos de su esposa, si bien cae en los lógicos prejuicios o tópicos que tienen los estadounidenses sobre Europa.

"La novela se tenía que desarrollar en Europa, donde radica el sentido del espionaje para los estadounidenses. Para un europeo, una persona con gabardina en una calle empedrada es alguien que intenta no mojarse; para nosotros es un espía", dijo Chris Pavone cuando presentó la novela en Madrid.

También es más que correcta la investigación previa sobre los delitos informáticos y los paraísos fiscales del Viejo Continente, la guerra de los Balcanes y la operatividad de la CIA en teritorio europeo.

La traducción es intachable y la edición final bastante correcta aunque encontré algunos errores durante la lectura.

En suma, Expatriados es un thriller muy bien llevado alrededor de una historia original bien orquestada y de lectura fácil, que no exige de un diccionario para entender los delitos cibernéticos o el funcionamiento del secreto bancario, ni de un chubasquero para protegerte de la sangre.