Cuando comencé "Crónica insignificante" estaba muy predispuesta a disfrutar con la novela porque su lectura prometía, y mucho. Está llena de esos personajes que forman parte de tu vida, que se cruzan contigo en la calle, que te venden el pan, te ponen el café cada día, etc. Desde luego no me ha defraudado; todo lo contrario. Es un libro que recomiendo sin dudar. Sobre todo porque en él nos podemos ver reflejados muchos de nosotros, o bien, podemos conocer a alguien que vive y padece esa situación o una muy parecida, pues es una historia muy realista y actual.
Su protagonista, Marcelo Suelas, consigue que te metas en su vidad desde la primera página y no puedes interrumpir la lectura para hacerte partícipe de lo que le sucede ¿Cómo se encuentra tras su divorcio?, ¿cómo cambia su vida?, ¿cómo la rehace?, ¿qué tal lo vive en su trabajo? Lo dicho, te metes en su vida hasta tal punto, que mientras lees la novela la suya forma parte de la tuya propia. Un gran logro narrativo, indudablemente.
Lógicamente, todo eso se consigue con un ritmo narrativo y una trama excelente y bien elaborada, que te anima a seguir y seguir leyendo. Pero si algo debo destacar aquí es su final. Resulta inesperado, distinto, increíble... la verdad, no te deja indiferente.
Lo más triste del asunto es que nadie quiera editar este maravilloso libro escrito por un autor novel. Desde este humilde blog animo a que algún editor valiente le de esa oportunidad a mi amigo "Marcelo Suelas". Sí, digo bien, "Marcelo Suelas". De momento se puede adquirir por un precio más que razonable en Amazon. Gracias Emilio.
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