El paciente, de Juan Gómez-Jurado

Aposté por esta novela animado por el ruido que había provocado en los medios más que por mi interés en el autor. Ya había leído a Gómez-Jurado en la novela histórica 'La leyenda del ladrón' y, aunque mi crítica fue positiva, su lectura no me dejó demasiado interesado en una nueva novela suya. Afortunadamente, decidí darle otra oportunidad al autor, porque me lo he pasado en grande con El paciente.

Si hay algo que se le exige a un thriller es la intensidad de las emociones que te debe despertar. Vertiginosa es un adjetivo que siempre debe describir la narración en una buena novela de este tipo. Si no se te acelera el pulso, si no sientes ese desmedido interés por saber qué va a pasar, si no te identificas con el personaje y su circunstancia, si no le robas horas al sueño por avanzar en la lectura, si no te mueves en la silla o sudas al leer, la novela no es un thriller. Un thriller, señores, es El paciente.

Y la historia es complicada porque me resulta muy difícil de creer que nadie la haya intentado antes en el cine o la literatura. Un cirujano que ha de decidir entre matar o curar a su paciente siendo éste el presidente de los EEUU me resulta un argumento demasiado fácil para que nadie hubiese intentado construir la historia antes. Seguramente, el problema de tal narración sería hacerla creíble. Gómez-Jurado apuesta claramente por ella y la convierte en novela ganadora gracias a una reconstrucción de los hechos casi perfecta, una documentación previa de primera fila y unos personajes y situaciones creíbles.  

El paciente pide una película ahora. La historia es golosa, los personajes, también. El presidente es Obama, la presidenta Michele Obama... Un caramelo para Holywood. Creo que El paciente será una película antes del cambio de regidor en la Casa Blanca, pero hágase usted un favor y lea el libro ahora. No se arrepentirá.