La devoción del sospechoso X, de Keigo Higashino

"La devoción del sospechoso X" es una novela negra que va de menos a más y que viene avalada por el éxito que tuvo en Japón. Eso la salvó de que la dejara en el cajón de los libros olvidados, porque no arranca con fuerza y la historia no parece nada del otro mundo en sus primeros capítulos. La trama se inicia con un asesinato medio accidental, medio en defensa propia ante un caso de maltrato por parte de un ex marido. A partir de ahí, la narración se complica cuando un vecino se ofrece a ayudar para ocultar el crimen y se entrelazan las vidas de una madre divorciada, una hija adolescente, un profesor de matemáticas deprimido y un profesor de física que se entretiene ayudando a la policía. Apenas hay sitio para más personajes que esos (los policías, un pretendiente y ya).

En mi opinión, hay novelas negras que aportan mucho más al lector que un personaje atormentado por tener una mente desaprovechada como profesor de instituto y otro que encuentra en la investigación una salida a una vida aburrida como catedrático. El pulso entre ambos es lo que constituye la columna vertebral de esta novela, que deja lo mejor para el final, si bien no es tanto un desenlace a lo Hércules Poirot, como un final de confesiones y expiaciones provocadas por un personaje secundario y otro 'que pasaba por ahí'. En realidad, es más un final del tipo psicológico que criminal y no justifica toda la lectura anterior. Original sí, pero espectacular, no. 

Por otro lado, la historia es bastante simple de contar y no posee una narrativa especialmente atractiva o ágil. Creo que hay novelas negras mejores, a pesar de ese éxito de crítica y ventas que "La devoción del sospechoso X" obtuvo en el país nipón y que no consigo entender de ninguna manera.