
El aguador de Sevilla es un homenaje a Velázquez y a la ciudad de Sevilla, por la que transcurre la acción durante gran parte de las dos partes de la obra, sobre todo a su arte barroco y a su Semana Santa, con todo lo que conlleva. Con la vida del pintor y alguna de sus obras como hilo conductor, Robles crea una novela crítica sobre el mundo del arte y las dudas sobre las imitaciones.
La obra es entretenida y está bien escrita, pero no aporta demasiado a lo que ya se conoce de la vida de Velázquez o del mundo de arte actual. La parte que narra la vida del pintor no desvela nada nuevo y la que transcurre en la actualidad, tampoco. El final es más estimulante, pero resulta poco creíble. Todavía no entiendo lo de que Velázquez fuera un falsificador, si es que se refiere al hecho de que utilizara personas 'normales' como su criado para poner rostro a los personajes que pintaba...
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