viernes, 6 de diciembre de 2024

Siempre vienen de noche, de Alberto Caliani

Hemos repetido con Alberto Caliani tras la gran impresión que nos dejó su primera novela La sombra del impostor. En Siempre vienen de noche nos hemos encontrado una continuación de La sombra del impostor a través de dos de sus personajes, lo que nos ha dejado un buen sabor de boca. 

Esta segunda obra repite muchas de las cosas que nos gustaron de la primera, pero en el entorno del Monasterio de Piedra y con menos novela histórica, entendiendo por histórica referencias de sucesos históricos reales.

Lo cierto es que Siempre vienen de noche mantiene el ritmo narrativo alto de una novela de suspense y acción, con muchos giros en la historia que te mantienen en vilo. Sin embargo, el entorno geográfico es menos atractivo y el hecho de que parte de la acción transcurra en un bosque, una cueva o un pueblo aragonés hace que la novela pierda un poco de magnetismo porque es más difícil imaginarse la situación. 

Los personajes conocidos mantienen la línea previa, con lo que ya son viejos conocidos y los nuevos están bien construidos, tanto los que se sitúan en el lado de los buenos como los que están del lado de los malos. Caliani también introduce con buen tino el humor, en situaciones y, sobre todo diálogos, lo que siempre resulta un punto positivo. 

Me lo he pasado muy bien con Siempre vienen de noche y os aconsejo dedicarle unas horas. No os arrepentiréis.

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