Tampoco ayuda a situar El secreto del Nilo entre sus mejores novelas un cierto cansancio en el autor, que se traduce en una historia base, la vida de Neferhor, un tanto manida ya en su obra (la del ascenso por las clases sociales de un campesino), con un par de éxitos y un par de fracasos en medio, y dos actuaciones animales en cierto modo, previsibles y poco creíbles. Sigo quedándome con El ladrón de tumbas como su mejor historia, pese a ser, claramente, la peor escrita.Por este lado de la narrativa, es indudable la mejora experimentada por Antonio Cabanas a lo largo de sus seis obras. Sus conocimientos se vuelcan ahora de forma más ágil y suave y ya no parecen las notas desafinadas de un erudito pedante que reflejaban sus primeras novelas.
El secreto del Nilo es una lectura obligatoria para un aficionado al antiguo Egipto y un espléndida manera de aprender lo que pudo ocurrir en esa época del faraón hereje, pero para un mero aficionado a la novela histórica -incluso al Egipto de los faraones- hay otras obras más entretenidas, sin salir siquiera de las de Antonio Cabanas.
